jueves, 26 de mayo de 2016

Tener una mascota



Tener una mascota, sea un perro o un gato u otro animal en casa, requiere compromiso, responsabilidad  y dedicación. Al fin y al cabo, un perro es uno más de la familia.


Sólo quien tiene un perro en casa puede entender cómo es su relación con las personas. Si mi pidieran que dijera las ventajas de tener un perro en casa, este artículo no se terminaría. Tal vez por eso, yo no entiendo cómo existen personas que son capaces de hacer daño o de maltratar, o de abandonar a los animales. 

La relación de los niños con los animales es muy especial, así como los cuidados que debemos tener

1- Una cosa es el perro de la familia y otra cosa es un perro del vecino. 
Por esta razón es necesario enseñar a vuestro hijo que cuando vea un animal 
en la calle nunca se acerque a él sin antes preguntar primero al dueño del animal 
si existe algún peligro.

2- Si ven a un perro nervioso o que esté en la etapa de dar mordisquitos,
 digan a vuestro hijo que el perro no quiere jugar en aquel momento, pero 
jamás digan que les puede morder o que el perro es malo.


3- Jamás deben dejar solo a un niño pequeño jugando con el perro,
 hasta que éste no sea lo suficientemente responsable. En la etapa 
de aprendizaje los niños pueden ser crueles con sus compañeros, 
incluidos los perros. A pesar de su paciencia, la reacción del perro 
será defenderse ante alguna agresión.



4- Fomentar la empatía de vuestro hijo hacia el perro, demostrando cariño 
hacia la mascota. Cuando acaricien al niño en presencia del perro, hagan 
lo mismo con vuestra mascota para que ella no se sienta marginada.


5- Estimulen y enseñen al niño a jugar con el perro. Ejemplos: 
tirando una pelota suave, rascándole la cabeza, haciéndole cosquillas. 
Los expertos dicen que los niños que crecen con animales son más tranquilos,
 responsables y cariñosos.


6- Enseñen a vuestro hijo a cuidar del perro y a tener responsabilidades con él.
 A estar pendiente de los horarios de comida, de asegurarse si tiene agua en su 
platito, etc.


7- Con paciencia y comprensión, conseguiréis una buena adaptación del niño y el perro. 
Será divertido verles jugar juntos, y cambiarse cariño.


8- Enseñen a vuestro hijo a cuidar del perro. Pídele que les acompañen al veterinario 
cuando el perro tenga alguna enfermedad o tenga que recibir alguna vacuna.


9- Para que el perro reconozca a vuestro hijo así como a cualquier otra 
persona que entre en vuestra casa, dejen que el perro les huela. El perro 
memorizará el olor y lo aceptará.

10- Si es posible, elijan una raza de perro más apropiada al convivio con niños.
 Hay razas, como los pastores, por ejemplo, que se convierten en guardianes de los 
niños. Los vigilan y no se separan de ellos. Hay otras razas, como los 
que son más nerviosos y celosos. Lo mejor es que lo consulten con un veterinario.

De todos modos, existen algunos animales que no están recomendados para seren mascotas de los niños, y es mejor evitarlos.

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